HABITAR EL SILENCIO II

19. CUARTO DE JUEGOS. Int. día.

ANA esta alimentando a su ratón que ronronea de placer. El cuarto, bastante amplio y luminoso, esta destinado fundamentalmente a que las crías puedan jugar sin molestar a los mayores, pero al mismo tiempo la habitación sirve de deposito de objetos inútiles o en desuso, así no es raro ver al lado de una maquina de coser de hace cincuenta años, una radio o un tocadiscos relativamente modernos... Las tres crías se reparten por la habitación  IRENE esta observando, a través de la ventana, la fachada de la casa de enfrente y concretamente el balcón en donde a través de los cristales puede verse a un muchacho de unos quince años que esta viendo la TV. IRENE golpea con una moneda para llamar la atención del muchacho. JUANA, cerca de IRENE, comenta.

JUANA. No te oye. ¿Le has mandado la carta?
IRENE. Sí, pero no me ha contestado.
JUANA. Porque no te quiere.
IRENE. Cállate, tú qué sabes...
JUANA. Cállate tú. Eres una tonta...

ANA deja a Roni, el ratón, en la jaula y va hacia donde hay una pila de discos. JUANA, muy enfadada, llega junto a ANA, que busca un disco entre los que hay apilados en el suelo.

JUANA. ¿Qué vas a poner?

Pero ANA no le hace ningún caso. Encuentra el disco que busca y lo coloca en el tocadiscos portable que hay sobre la alfombra. Se echa en la alfombra y se dispone a escuchar la canción «Por qué te vas», que canta Jeanette. IRENE deja momentáneamente la ventana para escuchar la canción. ANA se tumba boca arriba, sobre la alfombra, y mirando el techo se queda escuchando la canción, ensimismada. Después de un rato en esa postura, gira lentamente y se queda mirando a su hermana IRENE. Esta vuelve a mirar a la ventana. El muchacho de la ventana de enfrente continua ensimismado con la TV. Le llama la atención un automóvil que aparca en la calle. Baja del vehículo NICOLAS, vestido con su uniforme militar. Se dirige hacia la casa y desaparece de la vista de IRENE. JUANA se ha dirigido a la mesa camilla, en donde hay un montón de revistas de moda, semanarios, etc., y un álbum con fotografías recortadas. Se sienta en la silla y empieza a ojear el álbum. Su hermana IRENE se percata de lo que esta haciendo JUANA y le avisa.

IRENE. No me desordenes el álbum.

JUANA ojea unas fotografías de Richard Burton, de Carolina de Mónaco  de la princesa... de Inglaterra...

 JUANA. Pues hija... Dejare todo como estaba...

De repente se abre la puerta del cuarto y aparece PAULINA en traje de calle, muy peripuesta y maquillada.

PAULINA. ¿No puedes poner la música mas baja?

ANA obedece y baja el volumen de la música al tiempo que se levanta.

PAULINA. Me voy. A ver como os portáis.

IRENE ha abandonado la ventana.

IRENE. ¿Donde vas?
PAULINA. Tengo un montón de cosas que hacer. No tardare mucho. De todas las formas vendré antes que Rosa. Estar al tanto de vuestra abuela. Tu sobre todo, Irene...

IRENE asiente de mala gana.

IRENE. ¿No podemos ir contigo?
PAULINA. En otro momento. Ahora no, tengo mucha prisa. Tú, Irene, que eres la mayor y la mas sensata, encárgate de que todo vaya bien en casa. Si llaman por teléfono decís que yo vendré dentro de un par de horas. ¿De acuerdo?

Y ya en la puerta.

 PAULINA. Portaros bien...

Cierra la puerta marchándose. Nada mas escucharse la puerta al cerrarse, ANA coloca el brazo del tocadiscos en el principio del disco y sube el volumen del tocadiscos al máximo  IRENE se sienta en la silla de la mesa camilla y empieza a recortar con una tijera las imágenes que le parecen interesantes de las revistas gráficas, bajo la mirada de JUANA que le ayuda en ese menester. ANA se acerca a sus dos hermanas. Se sienta en una silla, sigue escuchando embelesada la música. Al cabo de un rato pregunta a IRENE.

 ANA. ¿Tu sabes cuando empieza el colegio?

IRENE le contesta sin dejar un instante su ocupación.

IRENE. Dentro de un mes o cosa así.
ANA. Que te crees tu eso. El colegio empieza dentro de quince días  Lo que quiere decir que se han terminado las vacaciones. ¿Os dais cuenta?
IRENE. Bueno, ¿y qué? Yo tengo ya ganas de volver. Para lo que hacemos aquí encerradas...

ANA se queda pensando. Escucha la canción un momento y después sin darse cuenta, errática  pregunta.

 ANA. ¿En que lugar estamos ahora mismo?
IRENE. Qué tonterías dices, ¿donde vamos a estar?... Pues aquí, en Madrid.

Se escucha una chicharra entremezclada con la música.

 JUANA. Baja la música, Ani, me parece que llama la abuela.

ANA sale de su ensimismamiento, va hacia el tocadiscos y baja la música  Las tres se quedan escuchando el sonido de una chicharra eléctrica.

 IRENE. Que fastidio.
ANA. Voy yo si quieres...
IRENE. Bueno...

ANA quita el disco y sale corriendo de la habitación.