Tuesday, July 31, 2007

BERGMAN


"No era una máquina complicada. La luz procedía de una lampara de queroseno y la manivela estaba unida a la rueda dentada y a una cruz de malta. En el lado posterior de la caja de hojalata habia un sencillo reflector. Detrás de la lente había un soporte para las transparencias coloreadas. Con el aparato venia una caja cuadrada de color violeta. Contenía unas cuantas transparencias de vidrio y una película de 35 milímetros de color sepia"

"A la mañana siguiente me retire al amplio ropero de nuestro cuarto, coloque el cinematógrafo sobre un cajón, encendí la lampara y dirigí la luz hacia la blanca pared. Después lo cargue con la película"

"En la pared apareció una imagen de una pradera. En la pradera dormitaba una joven vestida con lo que parecía un traje regional. Al mover la manivela -esto no se puede explicar, no puedo poner en palabras mi excitación; puedo, en cualquier momento, rememorar el olor del metal caliente, el olor a polvo y alcanfor del ropero, la manivela en mi mano, el tembloroso rectángulo de la pared"

"Yo movía la manivela y un joven se despertaba, se sentaba, se levantaba lentamente, estiraba los brazos, daba una vuelta y desaparecía por la derecha. Si seguía dando a la manivela, la chica volvia a estar en la pradera y luego repetía los movimientos. Se movía"

Extractos tomados de la tesis de Stella Maris "El tema del doble en el cine, como manifestacion del imaginario audiovisual en el sujeto moderno" LEER

Sunday, July 29, 2007

BAHAMAS



VARIOUS ARTISTS CULT CARGO: GRAND BAHAMA GOOMBAY (2007, NUMERO GROUP 014)

Goombay is a drum. Goombay is an annual Bahamian street festival. Goombay is a flavor, literally, and not entirely distant from pina colada. And goombay is the genre of Bahamian music given its name by the drum that beats its rhythm. But goombay is also a sort of shorthand for what native Bahamian musicians of the 1970s crafted: an island music instantly familiar and specifically Caribbean, yet unequivocally Bahamian.

Compren, roben, bajen o pidan prestado este disco!

SULTANATOS OLVIDADOS

El miércoles apareció en La Vanguardia un texto inedito de Jordi Esteva con motivo de la exposición de fotografía que documenta parte de su viaje a tierras de África. El texto es tan evocador que por momentos uno se ve sumergido en islas y paises tan lejanos que uno solo logra recordar por aquellos cuentos que leía cuando era pequeño.

JORDI ESTEVA

En la costa de Tanzania, al sur de la desembocadura del Rufiji, se encuentran las ruinas del sultanato de Quiloa. Poco queda del antiguo esplendor; las lianas penden sobre las viejas mezquitas y la maleza oculta las tumbas de mercaderes y sultanes. Resulta difícil imaginar que en otros tiempos se tratara de una de las florecientes ciudades estado de la costa del África Oriental que, como Mombasa, Malindi o Pemba, alcanzaron una gran prosperidad, que acabó bruscamente con la irrupción de los portugueses en el Índico, a finales del siglo XV.

Del palacio de Husani Kuba apenas permanecen en pie unos pocos muros. Debió de ser inmenso. Con sus más de cien estancias, fue durante siglos el edificio más grande del África subsahariana. Una piscina octogonal donde, según la tradición, se bañaba el sultán con sus concubinas, domina el manglar y la vista se pierde en una maraña de canales. Resulta muy difícil adivinar dónde está la salida al mar o distinguir entre tierra firme y las islas. Con las mareas, además, aparecen y desaparecen peligrosos islotes y en el vapor de la calima emergen de la nada arrecifes que dificultan aún más el acceso.

La melancolía invade al visitante, que se pregunta: ¿Cómo surgieron esos orgullosos sultanatos en tan remotos lugares?

Según la leyenda, recogida en la Crónica de Quiloa, la ciudad fue fundada por Alí bin Hasán, hijo de un príncipe de Shiraz, que se había casado con una esclava etíope. Un día el príncipe tuvo un sueño: una gran rata, con dientes duros como el hierro, roía las murallas de aquella ciudad persa. Aquello no auguraba nada bueno y el mago de Shiraz le dijo que la rata vaticinaba ruina. De modo que el príncipe y sus siete hijos se embarcaron en siete navíos con destino a estas costas, y cada unos de ellos se estableció en un lugar diferente. A Alí bin Hasán le tocó Quiloa. Cuando llegó a la isla, hizo un trato con los nativos. Les daría todas las telas que transportaba en su gran dhow a cambio de todo el terreno que se pudiera cubrir con ellas. Así que trazó un círculo uniendo todos aquellos tejidos y se quedó con todo el perímetro que abarcaban.

Al igual que los otros sultanatos de la llamada Costa de los Zenj, su vida de esplendor fue corta, apenas tres siglos. Antes del islam, no eran más que asentamientos primitivos situados en islas cercanas a la costa, donde los árabes trocaban mercancías con los bantúes, a salvo de los ataques de las tribus del interior. Del interior de África llegaban marfiles, concha de tortuga, ébano, cuerno de rinoceronte, ámbar gris, pieles de animales salvajes, troncos de manglar, oro y esclavos. Con los siglos fueron cobrando importancia: eran escalas de primerísimo orden en la ruta de los árabes del mar, que recorrían el Índico en sus veleros gracias a su conocimiento de los vientos. Cada año, con el monzón de verano, arribaban de Arabia con sus naves repletas de sacos de sal, dátiles, tiburón en salazón, lana, cuero repujado, mirra e incienso. De la India y China traían sedas, porcelana, gemas, alfombras y especias. Los marinos permanecían unos meses esperando a que girara el monzón. Y cuando se levantaba el monzón de verano, que soplaba en dirección contraria, regresaban a sus puertos o proseguían hacia la India y China con las naves cargadas de las riquezas de África.

Fueron los árabes del reino de Saba los primeros en surcar estas costas. Probablemente durante una tormenta, un velero fue arrastrado a algún lugar del África Oriental, donde sus tripulantes pudieron maravillarse de las riquezas que en la Costa de los Zenj abundaban; cuando, a los pocos meses, el viento cambió de dirección, soplando constantemente desde el sur, el velero pudo regresar a las costas de Arabia. De este modo, los árabes del mar descubrieron cómo sacar provecho de los monzones. Sin sospecharlo, aquel velero a la deriva acababa de inaugurar una ruta comercial que dio a los árabes el monopolio de las especias que acabaría por levantar la codicia de portugueses y españoles, dando lugar a la era de los grandes descubrimientos.

Algunos años, los monzones no eran regulares y los vientos dejaban de soplar antes de que las naves hubieran abandonado África, por lo que los marinos árabes se veían obligados a permanecer en aquel continente casi todo un año a la espera que el monzón de primavera les permitiera regresar a su país. Aquella estancia les hizo familiarizarse con la lengua local y les llevó a esposarse con mujeres nativas, creando con los años una población mixta y estable. Así debió suceder durante siglos. A principios de nuestra era, estas costas fueron visitadas por un anónimo marino alejandrino que recorrió sus puertos describiendo con detalle los lugares, los bienes que podían conseguirse y diversas anécdotas que fueron recopiladas en el Periplo del mar eritreo. Comprobó que se encontraban bajo la soberanía del rey del país del incienso, Hymiar, en el Yemenactual, y que eran frecuentadas por sus capitanes y mercaderes. Ptolomeo y Plinio mencionan el puerto de Raphta, situado con toda probabilidad al norte de Quiloa.

Con los abasíes de Bagdad, la navegación en el Índico cobró un gran impulso y los árabes crearon la ruta marítima más larga del mundo que les llevaba hasta Janfú (Cantón) en China. Todos los puertos del Índico se beneficiaron de un comercio en el que destacaban el oro y las especias. Pero en los veleros árabes no viajaron tan sólo los mercaderes con sus cargamentos; también lo hicieron músicos y poetas, exiliados de las persecuciones políticas y de las guerras civiles e incluso jerifes o descendientes del Profeta. Muchos se establecieron en los sultanatos de la Costa de los Zenj, contribuyendo a crear una cultura islámica de ultramar con características particulares que utilizaba el árabe como idioma de religión y de prestigio, pero que en la vida diaria se expresaba en un idioma bantú que los árabes denominaron suahili, del genérico sahel, que significa costa.

En El libro de las maravillas de la India, el capitán persa Buzurg ibn Shariyar recopila numerosas narraciones de los marineros del puerto omaní de Sohar que, entre monzón y monzón, reparaban sus navíos y contaban mil historias. En uno de los relatos se habla del tráfico de esclavos. A principios del siglo IX, un navío omaní que se dirigía a uno de los sultanatos de la costa africana se vió desviado por una tormenta yendo a parar a un lugar extraño. El capitán temió por su vida y la de los marineros, pues se contaban historias sobre los caníbales que abundaban en aquellos remotos parajes. Mientras se encomendaban a Dios fueron rodeados por las canoas de una tribu desconocida. Los omaníes no ofrecieron resistencia; eran marinos, no soldados. Se les condujo ante el rey, un apuesto joven “negro como el azabache”, quien les permitió quedarse hasta que giraran los vientos. Llegado el momento de la partida, el agraciado monarca quiso visitar el navío con sus siete notables. El capitán, cuya codicia no era nunca satisfecha a pesar de los magníficos negocios que había realizado, pensó que por aquel hombre fuerte y sus acompañantes les pagarían una gran suma en los mercados de esclavos de Omán, de modo que ordenó levar anclas y que fueran encerrados en la bodega con otros doscientos esclavos. Unos años después, el destino quiso que el navío del capitán fuera arrastrado por una tormenta al mismo remoto lugar de la costa africana. Aquel hombre estaba convencido que había llegado el fin de sus días, pero el destino aún le deparaba otra sorpresa. Cuando le llevaron ante el rey y alzó los ojos no podía dar crédito. Ante él estaba el monarca que había vendido años atrás por una suma considerable. El rey les acusó de traidores, pero les aseguró que no quería venganza y les permitió quedarse a hacer negocios mientras esperaban que el monzón cambiara de signo. El día de la partida, el rey les contó que en Bagdad aprendió árabe y el Corán y que un día, aprovechando la confusión en el mercado, se mezcló en un grupo de peregrinos que iban a La Meca y desde allí escapó a Egipto con otra caravana. Desde El Cairo remontó el Nilo, pasando mil peripecias hasta llegar a su país donde le esperaban con inmensa alegría, ya que un mago había vaticinado su suerte. El día de la despedida, el monarca les deseó una feliz travesía y se disculpó, con la mejor de sus sonrisas, por no acompañarles al barco.

Las narraciones de Buzurg coinciden en muchos aspectos con los viajes de Simbad el marino, que, dejando a un lado los aspectos fantásticos –islas que resultan ser ballenas gigantes, monos monstruosos o la inmensa ave roc que atrapaba elefantes con sus garras– constituyen un magnífico documento sobre la época. “Acompañados por la bendición de los vientos propicios, surcábamos las rutas espumosas del mar, de puerto en puerto, vendiendo y trocando las más diversas mercancías, relacionándonos con los mercaderes y navegantes en cualquier lugar donde echáramos el ancla”.

Los marineros que viajaban al África Oriental, según relataba el geógrafo Al Masidi, eran omaníes de la tribu de los azd, y debían pasar por muchos peligros antes de arribar a buen puerto: “las olas eran tan descomunales que asemejaban elevadas montañas que de pronto se desplomaban sobre los valles más profundos; nunca llegaban a romper y jamás formaban espuma como en los otros mares”.

Al Masidi encontró ya una notable población musulmana. Poco tiempo después, aquellos remotos asentamientos donde árabes y africanos realizaban sus intercambios se habían convertido ya en ciudades prósperas, con mezquitas y palacios de piedra coralina. Sus sultanes se permitían incluso excéntricos regalos, como hizo el monarca de Malindi, que envió a principios del siglo XIV una jirafa al emperador de la China. Cuando en el siglo XIV el gran viajero Ibn Batuta recorrió la Costa de los Zenj, describió aquellas ciudades como “entre las más bellas y mejor construidas de todo el mundo”.

El texto completo:
Sultanatos Olvidados 1 PDF
Sultanatos Olvidados 2 PDF
Sultanatos Olvidados 3 PDF

Wednesday, July 25, 2007

EXOTICA LIST!

1: Eden Ahbez "Eden's Island" (Del-Fi)
The High point of this genre in my mind. Dump the Mongoose song and you got one breathtakingly gorgeous masterpiece.









2: Martin Denny "Hypnotique" (Liberty)
His attempt at musical "surrealism". Cuts with the string section are heavenly.









3: Warren Barker "A Musical Touch of Far Away Places" (Warner Brothers)
Wordless female chorus over rich, sparkling, dreamy orchestrations. Extremely good.








4: Phil Moore "Polynesian Paradise' (Strand)
One that continues to grow on me over the years. Simple, breezy, beautiful LP. Side openers are amazing.









5: Les Baxter "Jewels of the Sea" (Capitol)
For three specific S1 tracks. Dreamy, iridescent, ondioline/orchestra Underwater Exotica fare.









6: Martin Denny "Afro-Desia" (Liberty)
Outrageously fun, ludicrously-fake, faux-African with lilly-white choral group.









7: Buddy Collette "Polynesian Suite" (Music & Sound)
Marni Nixon exotic jazz vocals S1. Incredible 20 min. narrated suite S2. On (very rare) mid 50s private label.









8: M. Kawahara & the Exotic Sounds "Ecstasy" (Venus)
Extremely obscure, jaw-dropping, recent ('05) exotica/sexploitation discovery from mysterious/shady 60s Asian label. Trumps all the Chaino releases combined.








9: Michel Magne "Tropical Fantasy"
Madhouse aviary music. Wildest LP in the genre.










10: Frank Hunter "White Goddess"
Strange, eerie percussion/electronics soundtrack-like trip.










Lista extraída de ese mundo en pequeñito que es Show and Tell Music

Thursday, July 19, 2007

CORNETTE



Mañana, como quien no quiere la cosa, un pequeño grupo nos acercaremos a ver a este joven a Vitoria.

Tuesday, July 17, 2007

THAT'S THE FUCKING WORLD YOU LIVE IN!

Definitivamente. Escuchar a Tarantino es amar el cine.

"Cuando en el cine se alcanzan tales extremos de violencia, tiene que doler. Tiene que hacerme daño y haceros daño. Un dolor que solo infligimos a quien amamos. ¿Recordais un film con Arnold Schwarzenegger, Ejecutor (Raw Deal, J. Irving, 1986? Es uno de sus primeros papeles, poco despues de Terminator (1984). Una pelicula correcta, mas bien interesante. El inicio es muy bello: unos asesinos a sueldo llegan a una especie de cabaña donde hombres del FBI custodian a un tipo que se dispone a testificar contra un padrino de la mafia. Cogen al tipo, lo sientan en una silla y le colocan ante un gran espejo: "You wanna witness something? Witness this!" ¡Y le revientan los sesos en el espejo! ¡Ja, ja! Adoramos las escenas de este estilo. Es simpatico, es gracioso. Porque no conocemos al tipo. Pero si queremos que duela, hay que hacerselo a alguien a quien queremos."

Saturday, July 14, 2007

GREG TAYLOR



THE BEAUTY OF ONE OR TWO SAXOPHONES

1. Anthony Braxton FOR ALTO (1968, Delmark)
2. Anthony Braxton SOLO (KOLN) 1978 (2002, Golden Yers of New)
3. Carlo Actis Dato THE MOONWALKERS (2001, Leo Records)
4. Carlo Actis Dato & Kazutoki Umeza WAKE UP WITH THE BIRDS (1999, Leo Records)
5. John Butcher LONDON & COLOGNE: SAXOPHONE SOLOS (1998, Rastascan Records)
6. Claude DeLangle THE SOLITARY SAXOPHONE (1994, Bis)
7. Elton Dean & Paul Dunmall IF DUBOIS ONLY KNEW (1996, Blueprint UK)
8. Ellery Eskelin PREMONITION (1993, Primesource)
9. Susan Fancher PONDER NOTHING (2002, Innova)
10. Anthony Braxton WESLEYAN (12 ALTO SOLOS) 1992 (1995, Hat Hut)
11. Gianni Gebbia H PORTRAITS (1998, Rastascan)
12. Frank Gratkowski ARTIKULATIONEN (1999, 2nd Floor)
13. Lee Konitz LONE-LEE (1994, Steeple Chase)
14. Steve Lacy SNIPS: LIVE AT ENVIRON (2000, Jazz Magnet)
15. Daunik Lazro ZONG BOOK (2000, Emouvance)
16. Urs Leimgruber STATEMENT OF AN ANTIRIDER (1994, Hat Hut)
17. Joe McPhee & Daunik Lazro ELAN IMPULSE (1991, Insitu)
18. Joe McPhee TENOR (1976, Hat Hut)
19. Stefano Maltese GOOD MORNING MIDNIGHT (1998, Splasc(h) Records)
20. Evan Parker PROCESS AND REALITY (1999, FMP)
21. Roscoe Mitchell SOLO [3] (2004, Mutable Music)
22. Evan Parker/Ned Rothenberg MONKEY PUZZLE (2000, Leo Records)
23. Anthony Braxton & Evan Parker DUO (LONDON) 1993 (1995, Leo Records)
24. Bob Rainey THE WITHERED GRASSES (1999, Tautology)
25. Ned Rothenberg THE CRUX: SELECTED SOLO WIND WORKS (1989-1992) (1999, Leo Records)
26. Sonny Simmons OUT INTO THE ANDROMEDA (2003, Parallactic)
27. Larry Stabbins MONADIC (2002, Emanem)

Resource:
Anthony Braxton and the flourishing of human excelence
A guide for the perplexed: Andre Hill's lifetime of achievement
A lifetime of individuality and accomplishment: Sam Rivers
Ye of Open Ears! Some mid-size ensembles for your perusal
The greatness of Disques Montaigne (and the Ardittis)

Anti-Smooth Jazz:
Sax Players you should check out. Part. I
Yikes! More Saxophonists! Part. III
Some of the pianists
The Pianists, Part II
The Trombonists
The Italians
Large Ensembles, Congregations, Orchestras
The trumpets!
Violins, Violas and Celli! O my!

Thursday, July 12, 2007

HACIENDO LA REVOLUCION V

Guru Zakun Kin Kon era un buen mozo
guapo y galante, de noble condición,
tenía un gran corazón Kin Kon

Sentía un afición que le absorbía
la astronomía era su vocación
la vocación de Zakun Kin Kon

Devoraba cuentos de ciencia ficción
Guru Zakun Kin Kon

Todas las mañanitas iba al monte
y contemplaba el horizonte con
con mucha atencion
Zakun Kin Kon

Sabía que algún día llegarían seres extraños
de orden superior,
de algún planeta mucho mejor

Bellos dragones de plata por el aire
en curiosas latas de gran dimensión
soñaba Guru Zakun Kin Kon

Por fin un día se cumplió su anhelo
al ver por el cielo un disco volador
que en el valle aterrizó Kin Kon
fué corriendo a su encuentro sonriente
sus 3000 dientes refulgían al sol
su ojo en la frente pedía amor
y sus manos membranosas palmoteaban muy ruidosas chop-chop

Se acercó al ser de plata que salía de aquella lata
y oh desilusión, no era un dragón como Kin Kon
no tenía escamas, no echaba llamas
como Zakun Kin Kon,
era un monstruo horrendo
que al verle salió corriendo lleno de terror,

Guru le miró con estupor, oh, oh...

El monstruo que sin duda era muy bruto
con un canuto le apuntaba al corazón
al corazon de Zakun Kin Kon
Una llama de fuego le envolvió
y su córneo caparazón se derritió
y Guru Zakun entero ardió
y decía en su agonía "Martir de la ciencia soy"

Guru Zakun Kin Kon, buen venusino
galante y fino de noble condición

¡qué triste destino el de Zakun Kin Kon!

R.I.P. R.I.P. R.I.P. R.I.P. R.I.P. R.I.P. R.I.P.

Ay, ay, ay, ay...


Friday, July 06, 2007

HACIENDO LA REVOLUCION IV




MIRIAM Y ELENA JUGANDO AL BÁDMINTON EN BANG!

“En los bailes yo era una de las más incansables y la más alegre. Una noche un primo de Sasha [Alexander Berkman], un muchacho joven, me llevó aparte. Con una cara grave, como si estuviera a punto de anunciar la muerte de un camarada querido, me susurró que no era adecuado para una agitadora como yo bailar de esa manera. Al menos no con tal atrevimiento y pasión. Era indigno para alguien que estaba en camino de convertirse en una fuerza importante dentro del movimiento anarquista. Mi frivolidad sólo haría que dañar la causa. Me fuí poniendo furiosa ante la interferencia impudente del muchacho. Le dije que se metiera en sus propios asuntos, ya me estaba cansando de que me echaran constantemente en cara “la causa”. No creía que una causa que implicaba un ideal hermoso, por el anarquismo, por la liberación y la libertad de convenciones y prejuicios, debiera exigir la negación de la vida y de la alegría. Insistí que nuestra causa no podía esperar que me hiciera monja y que el movimiento no debía convertirse en un claustro. Si tenía que significar eso, no lo deseaba. “Deseo la libertad, el derecho a la libre-expresión, el derecho a las cosas hermosas, radiantes para todos”. El anarquismo significa eso para mí, y lo viviría así a pesar del mundo entero – prisiones, persecución, todo–. Sí, incluso a pesar de la condenación de mis propios camaradas viviría mi ideal hermosoEmma Goldman

HACIENDO LA REVOLUCION III

Wednesday, July 04, 2007